sábado, 29 de diciembre de 2012

Big girls

Pues tiene mucho que no me dedico a mi blog... Esta ilustración la hize con mucho cariño para alguien especial, aunque luego decidí no mostrársela por miedo a lo que pudiera opinar. Big girl, you are beautiful. Una canción de Mika que escuchá hace tiempo.

Quiero creer que todas las chicas son hermosas, pero los standares de belleza comerciales han modificado la sociedad a tal punto que son muy pocas las mujeres que tienen una buena autoestima, aún menos las que sienten satisfechas con sus cuerpos. Nunca he conocido a alguna que no tenga algún complejo, por pequeño que sea, pues se nos enseña a despreciar nuestro cuerpo, a aspirar a modelos de belleza irreales, y nuestro entorno, desde los medios audiovisuales hasta las personas que nos rodean, fomentan esto. Yo pienso que deberían enseñarnos a amarnos, amar nuestro cuerpo por que es nuestro y es lo único material que realmente poseemos, que no es ajeno a nosotros, con lo que nacemos y morimos. Y por que es perfecto, funciona y es bello, por el simple hecho de ser humanos.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Dueleeee XD

Mi estúpido y exagerado corazón

viernes, 2 de noviembre de 2012

And this is how to confess to someone you really like and turn that special momento into something really uncomfortable.

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Así es como yo me le confieso a alguien... no es un método muy efectivo, pero no puedo evitar ser yo.

martes, 16 de octubre de 2012

Regalo de cumpleaños :3

Me sentía muy improductiva yéndome a dormir sin postear nada (por que claro, no hay nada más productivo que postear en internet)… he aquí el regalo de cumpleaños para Desi, un dibujin de ella con su gato Cochambre… algo sencillo hecho con mucho amor, cariño y Sharpies.

sábado, 13 de octubre de 2012

jueves, 27 de septiembre de 2012

Hsien-Ko!

Este personaje me gustaba mucho en la serie de Darkstalkers :P
Este boceto está hecho con lápiz tradicional :3

sábado, 5 de mayo de 2012

La sirenita, acerca del sacrificio

Todos conocen este popular cuento de Hans Christian Andersen, desde que Disney lanzó su adaptación a la pantalla grande. Prefiero el cuento original, que no tiene el final feliz creado por Disney para satisfacer a las audiencias. Además, me gustan los fnales tristes ಥ_ಥ

*Lilith: Hay algo muy sadomasoquista en la naturaleza humana, en la que se siente cierto placer hacia el dolor. No puedo generalizar, pero de las personas que he conocido, todas tenemos la misma manía de escuchar la música más depresiva cuando estamos tristes, lo mismo sucede con las películas, y si hay alcohol de por medio mejor...
*Velithe: Sin embargo también es cierto, que hay algo en las historias tristes que nos conmueve, que nos hace sentir identificados, ya que a pesar de que muchos prefieren los finales felices, una historia que toque y nos saque una lágrima es siempre atesorada. Es este el caso del cuento de La Sirenita, Mi madre me lo leía cuando era pequeña y siempre le cambiaba el final trágico, sin embargo en cuanto aprendía a leer se convirtió en uno de mis favoritos.
*Lilith: ¿Has conocido alguna vez a una sirena? usan su voz para atraer a los hombres y perderlos en el mar,  he escuchado que incluso los devoran. Las sirenas se convirtieron en criaturas tristes y solitarias, tratando de aliviar sus penas con sus cantos.
¨*Velithe:La Sirenita es una historia de sacrificio por amor, se ha convertido en parte mi ideología. Amar sin condición, sin esperar nada a cambio, solo desear que esa persona especial sea feliz, aún a costa de uno mismo. Cuando pinté esto me sentía sumamente triste y deprimida, por el amor no correspondido, y él nunca se enteró de que estaba triste por su causa... Simplemente pretendía estar bien... lo mejor que podía. Es complicado, por que nos distanciamos y yo decidí seguir sola mi camino, pero los momentos juntos los atesoro de manera muy especial...
La técnica es acuarela con lápices de color para los pequeños detalles. "El puñal y el corazón" es una canción de Cafétacuba, la cual escuché decenas de veces mientras pintaba esto. Aveces somos nosotros quienes sotenemos el cuchillo que nos apuñala, al negarnos a dejar ir a las personas queridas en nuestra mente, sin darnos cuenta de que nadie nos pertenece. Al aferrarnos a esperanzas vanas y fantasías que solo nos lastiman.
*Velithe: Matar nuestras esperanzas es matar una parte de nosotros mismos. Aniquilar la ilusión.... es dejarnos caer en el vacío.
*Lilith: Sin embargo, el hombre no puede vivir solo de sueños... Es tonto sacrificarse, es tonto sufrir por alguien en secreto, es vanidoso pretender ser mejor persona por ocultar los sentimientos.

*Velithe: ...Oye Lilith... Si pudieras escuchar su canto, ¿Cómo imaginas que sería la voz de La Sirenita?


LA SIRENITA  
En el fondo del más azul de los océanos había un maravilloso palacio en el cual habitaba el Rey del Mar, un viejo y sabio tritón que tenía una abundante barba blanca. Vivía en esta espléndida mansión de coral multicolor y de conchas preciosas, junto a sus hijas, cinco bellísimas sirenas.
La Sirenita, la más joven, además de ser la más bella poseía una voz maravillosa; cuando cantaba acompañándose con el arpa, los peces acudían de todas partes para escucharla, las conchas se abrían, mostrando sus perlas, y las medusas al oírla dejaban de flotar.
La pequeña sirena casi siempre estaba cantando, y cada vez que lo hacía levantaba la vista buscando la débil luz del sol, que a duras penas se filtraba a través de las aguas profundas.
-¡Oh! ¡Cuánto me gustaría salir a la superficie para ver por fin el cielo que todos dicen que es tan bonito, y escuchar la voz de los hombres y oler el perfume de las flores!
-Todavía eres demasiado joven -respondió la abuela-. Dentro de unos años, cuando tengas quince, el rey te dará permiso para subir a la superficie, como a tus hermanas.
La Sirenita soñaba con el mundo de los hombres, el cual conocía a través de los relatos de sus hermanas, a quienes interrogaba durante horas para satisfacer su inagotable curiosidad cada vez que volvían de la superficie. En este tiempo, mientras esperaba salir a la superficie para conocer el universo ignorado, se ocupaba de su maravilloso jardín adornado con flores marítimas. Los caballitos de mar le hacían compañía y los delfines se le acercaban para jugar con ella; únicamente las estrellas de mar, quisquillosas, no respondían a su llamada.
Por fin llegó el cumpleaños tan esperado y, durante toda la noche precedente, no consiguió dormir. A la mañana siguiente el padre la llamó y, al acariciarle sus largos y rubios cabellos, vio esculpida en su hombro una hermosísima flor.
-¡Bien, ya puedes salir a respirar el aire y ver el cielo! ¡Pero recuerda que el mundo de arriba no es el nuestro, sólo podemos admirarlo! Somos hijos del mar y no tenemos alma como los hombres. Sé prudente y no te acerques a ellos. ¡Sólo te traerían desgracias!
Apenas su padre terminó de hablar, La Sirenita le di un beso y se dirigió hacia la superficie, deslizándose ligera. Se sentía tan veloz que ni siquiera los peces conseguían alcanzarla. De repente emergió del agua. ¡Qué fascinante! Veía por primera vez el cielo azul y las primeras estrellas centelleantes al anochecer. El sol, que ya se había puesto en el horizonte, había dejado sobre las olas un reflejo dorado que se diluía lentamente. Las gaviotas revoloteaban por encima de La Sirenita y dejaban oír sus alegres graznidos de bienvenida.
-¡Qué hermoso es todo! -exclamó feliz, dando palmadas.
Pero su asombro y admiración aumentaron todavía: una nave se acercaba despacio al escollo donde estaba La Sirenita. Los marinos echaron el ancla, y la nave, así amarrada, se balanceó sobre la superficie del mar en calma. La Sirenita escuchaba sus voces y comentarios. “¡Cómo me gustaría hablar con ellos!", pensó. Pero al decirlo, miró su larga cola cimbreante, que tenía en lugar de piernas, y se sintió acongojada: “¡Jamás seré como ellos!”
A bordo parecía que todos estuviesen poseídos por una extraña animación y, al cabo de poco, la noche se llenó de vítores: “¡Viva nuestro capitán! ¡Vivan sus veinte años!” La pequeña sirena, atónita y extasiada, había descubierto mientras tanto al joven al que iba dirigido todo aquel alborozo. Alto, moreno, de porte real, sonreía feliz. La Sirenita no podía dejar de mirarlo y una extraña sensación de alegría y sufrimiento al mismo tiempo, que nunca había sentido con anterioridad, le oprimió el corazón.
La fiesta seguía a bordo, pero el mar se encrespaba cada vez más. La Sirenita se dio cuenta en seguida del peligro que corrían aquellos hombres: un viento helado y repentino agitó las olas, el cielo entintado de negro se desgarró con relámpagos amenazantes y una terrible borrasca sorprendió a la nave desprevenida.
-¡Cuidado! ¡El mar...! -en vano la Sirenita gritó y gritó.
Pero sus gritos, silenciados por el rumor del viento, no fueron oídos, y las olas, cada vez más altas, sacudieron con fuerza la nave. Después, bajo los gritos desesperados de los marineros, la arboladura y las velas se abatieron sobre cubierta, y con un siniestro fragor el barco se hundió. La Sirenita, que momentos antes había visto cómo el joven capitán caía al mar, se puso a nadar para socorrerlo. Lo buscó inútilmente durante mucho rato entre las olas gigantescas. Había casi renunciado, cuando de improviso, milagrosamente, lo vio sobre la cresta blanca de una ola cercana y, de golpe, lo tuvo en sus brazos.
El joven estaba inconsciente, mientras la Sirenita, nadando con todas sus fuerzas, lo sostenía para rescatarlo de una muerte segura. Lo sostuvo hasta que la tempestad amainó. Al alba, que despuntaba sobre un mar todavía lívido, la Sirenita se sintió feliz al acercarse a tierra y poder depositar el cuerpo del joven sobre la arena de la playa. Al no poder andar, permaneció mucho tiempo a su lado con la cola lamiendo el agua, frotando las manos del joven y dándole calor con su cuerpo.
Hasta que un murmullo de voces que se aproximaban la obligaron a buscar refugio en el mar.
-¡Corran! ¡Corran! -gritaba una dama de forma atolondrada- ¡Hay un hombre en la playa! ¡Está vivo! ¡Pobrecito...! ¡Ha sido la tormenta...! ¡Llevémoslo al castillo! ¡No! ¡No! Es mejor pedir ayuda...
La primera cosa que vio el joven al recobrar el conocimiento, fue el hermoso semblante de la más joven de las tres damas.
-¡Gracias por haberme salvado! -le susurró a la bella desconocida.
La Sirenita, desde el agua, vio que el hombre al que había salvado se dirigía hacia el castillo, ignorante de que fuese ella, y no la otra, quien lo había salvado.
Pausadamente nadó hacia el mar abierto; sabía que, en aquella playa, detrás suyo, había dejado algo de lo que nunca hubiera querido separarse. ¡Oh! ¡Qué maravillosas habían sido las horas transcurridas durante la tormenta teniendo al joven entre sus brazos!
Cuando llegó a la mansión paterna, la Sirenita empezó su relato, pero de pronto sintió un nudo en la garganta y, echándose a llorar, se refugió en su habitación. Días y más días permaneció encerrada sin querer ver a nadie, rehusando incluso hasta los alimentos. Sabía que su amor por el joven capitán era un amor sin esperanza, porque ella, la Sirenita, nunca podría casarse con un hombre.
Sólo la Hechicera de los Abismos podía socorrerla. Pero, ¿a qué precio? A pesar de todo decidió consultarla.
-¡...por consiguiente, quieres deshacerte de tu cola de pez! Y supongo que querrás dos piernas. ¡De acuerdo! Pero deberás sufrir atrozmente y, cada vez que pongas los pies en el suelo sentirás un terrible dolor.
-¡No me importa -respondió la Sirenita con lágrimas en los ojos- a condición de que pueda volver con él!
¡No he terminado todavía! -dijo la vieja-. ¡Deberás darme tu hermosa voz y te quedarás muda para siempre! Pero recuerda: si el hombre que amas se casa con otra, tu cuerpo desaparecerá en el agua como la espuma de una ola.
-¡Acepto! -dijo por último la Sirenita y, sin dudar un instante, le pidió el frasco que contenía la poción prodigiosa. Se dirigió a la playa y, en las proximidades de su mansión, emergió a la superficie; se arrastró a duras penas por la orilla y se bebió la pócima de la hechicera.
Inmediatamente, un fuerte dolor le hizo perder el conocimiento y cuando volvió en sí, vio a su lado, como entre brumas, aquel semblante tan querido sonriéndole. El príncipe allí la encontró y, recordando que también él fue un náufrago, cubrió tiernamente con su capa aquel cuerpo que el mar había traído.
-No temas -le dijo de repente-. Estás a salvo. ¿De dónde vienes?
Pero la Sirenita, a la que la bruja dejó muda, no pudo responderle.
-Te llevaré al castillo y te curaré.
Durante los días siguientes, para la Sirenita empezó una nueva vida: llevaba maravillosos vestidos y acompañaba al príncipe en sus paseos. Una noche fue invitada al baile que daba la corte, pero tal y como había predicho la bruja, cada paso, cada movimiento de las piernas le producía atroces dolores como premio de poder vivir junto a su amado. Aunque no pudiese responder con palabras a las atenciones del príncipe, éste le tenía afecto y la colmaba de gentilezas. Sin embargo, el joven tenía en su corazón a la desconocida dama que había visto cuando fue rescatado después del naufragio.
Desde entonces no la había visto más porque, después de ser salvado, la desconocida dama tuvo que partir de inmediato a su país. Cuando estaba con la Sirenita, el príncipe le profesaba a ésta un sincero afecto, pero no desaparecía la otra de su pensamiento. Y la pequeña sirena, que se daba cuenta de que no era ella la predilecta del joven, sufría aún más. Por las noches, la Sirenita dejaba a escondidas el castillo para ir a llorar junto a la playa.
Pero el destino le reservaba otra sorpresa. Un día, desde lo alto del torreón del castillo, fue avistada una gran nave que se acercaba al puerto, y el príncipe decidió ir a recibirla acompañado de la Sirenita.
La desconocida que el príncipe llevaba en el corazón bajó del barco y, al verla, el joven corrió feliz a su encuentro. La Sirenita, petrificada, sintió un agudo dolor en el corazón. En aquel momento supo que perdería a su príncipe para siempre. La desconocida dama fue pedida en matrimonio por el príncipe enamorado, y la dama lo aceptó con agrado, puesto que ella también estaba enamorada. Al cabo de unos días de celebrarse la boda, los esposos fueron invitados a hacer un viaje por mar en la gran nave que estaba amarrada todavía en el puerto. La Sirenita también subió a bordo con ellos, y el viaje dio comienzo.
Al caer la noche, la Sirenita, angustiada por haber perdido para siempre a su amado, subió a cubierta. Recordando la profecía de la hechicera, estaba dispuesta a sacrificar su vida y a desaparecer en el mar. Procedente del mar, escuchó la llamada de sus hermanas:
-¡Sirenita! ¡Sirenita! ¡Somos nosotras, tus hermanas! ¡Mira! ¿Ves este puñal? Es un puñal mágico que hemos obtenido de la bruja a cambio de nuestros cabellos. ¡Tómalo y, antes de que amanezca, mata al príncipe! Si lo haces, podrás volver a ser una sirenita como antes y olvidarás todas tus penas.
Como en un sueño, la Sirenita, sujetando el puñal, se dirigió hacia el camarote de los esposos. Mas cuando vio el semblante del príncipe durmiendo, le dio un beso furtivo y subió de nuevo a cubierta. Cuando ya amanecía, arrojó el arma al mar, dirigió una última mirada al mundo que dejaba y se lanzó entre las olas, dispuesta a desaparecer y volverse espuma.
Cuando el sol despuntaba en el horizonte, lanzó un rayo amarillento sobre el mar y, la Sirenita, desde las aguas heladas, se volvió para ver la luz por última vez. Pero de improviso, como por encanto, una fuerza misteriosa la arrancó del agua y la transportó hacia lo más alto del cielo. Las nubes se teñían de rosa y el mar rugía con la primera brisa de la mañana, cuando la pequeña sirena oyó cuchichear en medio de un sonido de campanillas:
-¡Sirenita! ¡Sirenita! ¡Ven con nosotras!
-¿Quiénes son? -murmuró la muchacha, dándose cuenta de que había recobrado la voz-. ¿Dónde están?
-Estás con nosotras en el cielo. Somos las hadas del viento. No tenemos alma como los hombres, pero es nuestro deber ayudar a quienes hayan demostrado buena voluntad hacia ellos.
La Sirenita, conmovida, miró hacia abajo, hacia el mar en el que navegaba el barco del príncipe, y notó que los ojos se le llenaban de lágrimas, mientras las hadas le susurraban:
-¡Fíjate! Las flores de la tierra esperan que nuestras lágrimas se transformen en rocío de la mañana. ¡Ven con nosotras! Volemos hacia los países cálidos, donde el aire mata a los hombres, para llevar ahí un viento fresco. Por donde pasemos llevaremos socorros y consuelos, y cuando hayamos hecho el bien durante trescientos años, recibiremos un alma inmortal y podremos participar de la eterna felicidad de los hombres -le decían.
-¡Tú has hecho con tu corazón los mismos esfuerzos que nosotras, has sufrido y salido victoriosa de tus pruebas y te has elevado hasta el mundo de los espíritus del aire, donde no depende más que de ti conquistar un alma inmortal por tus buenas acciones! -le dijeron.
Y la Sirenita, levantando los brazos al cielo, lloró por primera vez.
Oyéronse de nuevo en el buque los cantos de alegría: vio al Príncipe y a su linda esposa mirar con melancolía la espuma juguetona de las olas. La Sirenita, en estado invisible, abrazó a la esposa del Príncipe, envió una sonrisa al esposo, y en seguida subió con las demás hijas del viento envuelta en una nube color de rosa que se elevó hasta el cielo.
FIN
Esa es una versión resumida del cuento, la original la pueden leer en PDF aquí:  http://www.ampacalvosotelo.es/album/libros/andersen/sirenita/es/sirenita-es.pdf

miércoles, 25 de abril de 2012

Paradise

Misuzu... es un de mis personajes favoritos. en un mundo que le es ajeno, espera a su otro yo, que habita en el cielo. Volar es una fantasía común entre los humanos, pero no mundana. de una forma u otra, todos esperamos poder desplegar nuestras alas y elevarnos hacia el cielo. Un boceto de ella, con esta canción en mente mientras la dibujaba.
PARADISE
When she was just a girl,
She expected the world,
But it flew away from her reach,
So she ran away in her sleep.

Dreamed of para-para-paradise,
Para-para-paradise,
Para-para-paradise,
... Every time she closed her eyes.

When she was just a girl,
She expected the world,
But it flew away from her reach,
And bullets catch in her teeth.
Life goes on,
It gets so heavy,
The wheel breaks the butterfly.
Every tear, a waterfall.
In the night, the stormy night,
She closed her eyes.
In the night,
The stormy night,
Away she flied.

I dream of para-para-paradise,
Para-para-paradise,
Para-para-paradise,
Whoa-oh-oh oh-oooh oh-oh-oh.

She dreamed of para-para-paradise,
Para-para-paradise,
Para-para-paradise,
Whoa-oh-oh oh-oooh oh-oh-oh.

La-la
La-la-la-la-la
La-la-la-la-la
La-la-la-la.

Still lying underneath the stormy skies.
She said oh-oh-oh-oh-oh-oh.
I know the sun's set to rise.

sábado, 31 de marzo de 2012

Un poco de metal. Cradle of Filth






Así que hoy escribiré un poco sobre una de mis bandas favoritas, esta es Cradle of Filth, un grupo de melodic black metal. Desde mi humilde opinión, tiene canciones muy malas, y otras que son realmente buenas, teniendo un amplisimo repertorio de canciones que tocan varios estilos. Se formaron en 1991 en el Reino Unido. En lo personal y desde mi muy bizarra perspectiva Dani Filth, vocalista, posee una voz hermosa y aunque es por el cliché de ser el centro, también los demás músicos que introduce la banda son muy talentosos, utilizando instrumentos melódicos como violin,chelo, piano y hasta clavicordio. Es dificil catalogarlos en un solo género.

El primer disco que escuché de ellos, fue uno de sus más populares, Nymphetamine, que por razones personales me cautivó y me hizo sentír identificada con el sonido de la banda.
Recordando su música y escuchandolos para limpiar mi ipod (tengo canciones de ellos que aún no había escuchado) les dejo para que descarguen el Nymphetamine, de Cradle of Filth.

https://*rapidshare.com*/#!download*|612|1160266371|*Nymphetamine_by_velithe.7z|*70628

Solo quiten los asteriscos ;)

domingo, 11 de marzo de 2012

Reflexionando, qué está tan mal en nuestra sociedad que nos lleva a la estupidez total


Desde ayer he estado reflexionando, y hoy sucedió un pequeño incidente que detonó mi coraje, en que hay algo que está muy mal en nuestra sociedad, como mexicanos y como seres humanos en general, tenemos este afán de chingar al otro. El día de ayer fui al Corona Music Fest 2012, el evento fue gratuito siendo que, supuestamente, solo se necesitaba de una pulsera que sirviera como pase de entrada para el evento. Estas pulseritas se obtenían comprando una caguama en los centros de venta auspiciados por corona. Así, mucha gente tendría acceso al evento, pero como muchos supusimos, al entrar los guardias ni siquiera se molestaron en pedirla, por lo que cualquiera pudo entrar libremente al sitio. No me malinterpreten, yo apoyo la libertad y apertura en todo sentido, por lo que un evento así de accesible me hubiera parecido algo enteramente positivo de no haber sido por los eventos que allí se dieron, y no culpo a la falta de seguridad o mala disposición por parte de los guardias y encargados, si no a la gente, a los idiotas que les pareció que era una excelente idea lanzar rocas y vasos con tierra entre el público.

 Oh sí, que gran idea, lancemos piedras a ver a quien descalabramos.

Y me dirán, pues si no te gusta no vayas.

Tampoco se trata de eso, si no que debiera ser posible una convivencia más o menos decente. Uno sabe y está dispuesto a que en el slam recibirá uno que otro golpe, que habrá algún herido es inevitable (por haberse caído o en una pelea que también se dan en el slam, no todos están en el mismo canal) pero, ¿una mujer violada? ¿un auto en llamas? y que los integrantes del grupo Enjambre se lanzaran a ayudar (por lo cual ahora son mis héroes oficiales) es simplemente vergonzoso. Me maldecirán, pero apoyo completamente que Plastilina Mosh cancelara el evento porque, alguien tiene que hacer algo. Yo misma le dije a un tipo que estaba a punto de lanzar un vaso que no lo hiciera, a lo que él me respondió “es chela” y yo le contesté que de todos modos, que ya todos estábamos hasta la madre. Ante el titubeo del sujeto, su amigo le quitó el vaso de las manos y lo arrojó. Me hizo preguntarme cuál era la línea que habíamos cruzado al convertirnos en animales, y me contesté que ninguna, porque los animales llegan a esos extremos de idiotez.

Después del concierto fui con unos amigos a una fiesta en la que comentamos el suceso, y alguien comentó sobre la cancelación de Plastilina Mosh “el wey que aventó la piedra ha de haberse sentido muy pendejo” (adaptación mía, no recuerdo las palabras exactas de mi amigo) a lo que otro le respondió “Sí, de seguro los weyes que estaban a su alrededor han de haber querido agarrárselo a madrazos” “pues oajalá que sí” acordamos los demás (se lo habría tenido bien merecido por pendejo y así aprendería su lección, ¿no es así?). Pues no, porque luego de un momento reflexioné, que esa era exactamente la actitud que nos había llevado a ese nivel de descontrol idiota sin sentido, responder la violencia con más violencia. Y esa fue mi línea de pensamiento por un segundo. Así, yo también reaccionaba, aunque fuera mentalmente, como los estúpidos que habían estado provocando todo eso. Por lo que vuelvo a hacerme la pregunta ¿Por qué está tan mal la gente de esta sociedad? ¿Por qué ese afán de chingar, de joder al prójimo, y que esto nos parezca hilarante, divertido o bien merecido?

Finalmente, lo que detonó este escrito fue el hecho de que el día de hoy una cerillo (empacadora)  me robara un lápiz labial (así es, soy lo suficientemente femenina como para usarlo) en el supermercado, se trata de gente a quien uno le da dinero de buena fe, pero que se aprovechan de uno de todos modos. De nuevo, ganas de estar chingando.

Invito a las personas a reflexionar sobre esto y sobre el propio comportamiento, porque nosotros seguimos propiciando estas cosas y no hacemos nada por cambiarlos con nuestra actitud egoísta y agresiva. No entiendo porqué las personas actúan así, porqué nuestra sociedad funciona así, pero sí creo que de a uno en uno se hace el cambio y simplemente no ignorar cuando suceden estas cosas, no solo protestando en internet si no en nuestra vida diaria, no permitir que se siga dando, no quedarnos callados, no ignorar cuando alguien está siendo golpeado o abusado de cualquier manera, no permitir que abusen de nosotros tampoco, no ignorar cuando alguien esté lanzando un vaso lleno de tierra o una piedra, simplemente hacer algo cambiando nuestra actitud.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Amiga

Sobre la técnica, es acuarela, marca ATL,  no la recomiendo a  nadie por que el pigmento se seca dentro del tubo no bien se ha abierto, y para el efecto de las alas utilízé sal en grano, esta se aplica sobre el pigmento bien cargado en el papel cuando aún está húmedo. La acuarela tiene sus mañas y su propia personalidad difícil de domar, pero es solo cosa de agarrarle práctica, y una vez que se ha agarrado maña, cosa que se logra solo con paciencia, resulta muy bella y con infinitas posibilidades si se está dispueso a experimentar y arriesgarse. Esta fue mi primera acuarela, nunca había intentado esta técnica y me gustó mucho el resultado, invito a cualquiera que lo esté dudando a intentar usarla también.

Esta acuarela fue realizada hace ya un año, como proyecto de clase y como regalo de cumpleaños para una amiga muy querida, la cual conocí hace tres o cuatro años cuando tomaba clases de francés. Hace ya casi un año que no la veo ni sé de ella, ya pasó su cumpleaños de nuevo y aunque la extraño, no hemos logrado concretar una fecha para reunirnos. La última vez que la ví fue pocos días después de que falleciera mi madre, recuerdo esto como un evento muy emotivo pero que me sigue dando fuerzas para seguir adelante. Cosa curiosa, respecto a esos días no recuerdo muchas cosas, el día del funeral perdí el reloj que me había prestado un exnovio, regalo de su bisabuelo,-perdí el tiempo del pasado- y he olvidado casi todo lo referente a ese día, las personas que conocí o las cosas que me dijeron, los ventos que sucedieron para mí son solo imágenes, como una película muda, no recuerdo nada de sonido. También he olvidado los días posteriores, de ese reencuentro con ella, sé que fue importante para mí y que me ayudó mucho y pensar en la charla que tuvimos en un café que ella me enseñó me reconforta profundamente, pero no logro recordar lo que me dijo. Recuerdo, recuerdo, recuerdo...
 Hay detalles que no se olvidan sobre las personas, que quizá cambien con el tiempo, pero en mi caso, suelo rememorar con afecto y relacionar con la persona querida. Sobre ella, su gusto por las estrellas, el color morado, las hadas y creo recordar que los tulipanes, sin embargo aveces la memoria me falla y aún espero reencontrarme con ella, una persona alegre con la que nunca faltaban las risas. Un hada, ella es un hada.

Es increíble como depués de una pérdida se divide el tiempo, la vida que llevaba antes de que se fuera mi mamá me parece opaca y lejana, como un sueño, y comienzo a olvidar momentos de mi vida, siendo que antes me preciaba de ser alguien que recordaba con lucidez mi pasado y mi infancia.
Samantha, o Zassy, como se apodaba, fue una gran amiga, sin embargo, lo que he aprendido a mi corta edad en mi poca experiencia es que uno no puede conservar a las personas para siempre más que en su memoria. Los seres humanos somos transitorios en la vida de los otros, y hay que saber dejar ir a las personas sin rencor ni remordimiento. Cosa que a mi me cuesta demasiado trabajo, el dejar ir a alguien, ya que me aferro muy fuertemente a quienes me rodean y no sé asimilar el hecho de que no siempre estarán a mi lado. En algún momento quizá desaparezcan de mi vida amigos, familiares, parejas, y estoy tratando de aprender a tomar esta realidad con entereza.
Aunque espero vovler a conversar con esta amiga, existió al menos otra que me fue aún más cercana y allegada, la cual desapareció casi por arte de magia por completo de mi vida. Casi niñas cuando compartíamos tiempo, durante la secundaria fuimos muy íntimas junto con otras dos amigas, (las cuales aún conservo y forman parte de mi familia) de personalidad complicada y caprichosa, egoísta. La busqué en Facebook y no la encontré, realmente no me propuse buscarla bien ya que no deseaba del todo volver a contactarla, ya que tuvo facetas desagradables. Sin embargo aún guardo recuerdos agradables de ella, son con los que me prefiero quedar, y fue por esos recuerdos que, al encontrarla por casualidad en el Facebook, decidí enviarle un mensaje, sin grandes esperanzas de que me contestara. Y resutló que sí, respondió, una nota llena de dramatismo y egocéntrismo, y yo solo pensé para mi misma con una sonrisa: ella es la misma. Algunas personas nunca cambian. A otras la vida nos hace cambiar con cada segundo que pasa.